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La ciudad de Berna se distingue por su alta calidad de vida, su rica oferta cultural y sus atractivos turísticos. Ninguna otra ciudad puede presumir de un carácter histórico tan bien conservado como Berna, la capital de Suiza. El casco antiguo de Berna es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y el ambiente medieval de la ciudad, con sus numerosas fuentes, fachadas de arenisca, callejones y torres históricas, es ejemplar.
Berna es, sobre todo, una ciudad de epicúreos: en un acogedor café del casco antiguo, en una visita a una cervecería bernesa o en uno de los últimos bares temporales, deberá descubrir las delicias culinarias que ofrece Berna. Y un buen restaurante, un gran descubrimiento gastronómico, suele ser cosa de dos. ¿Por qué no compartir un cóctel con vistas al Aare o una sensual cena a la luz de las velas con un acompañante de Berna?
En verano, el famoso río Aare es una delicia para los nadadores, a los más experimentados les gusta nadar de una ciudad a otra, con Berna como punto final. Picnics, paseos, nadar, tomar el sol... Pase las horas de sol descansando junto a una hermosa escolta de la región.
En cuanto a los eventos, el Gran Premio de Berna reúne a todos los amantes del running en Suiza. Aunque esta competición está dedicada a la élite, sigue siendo un evento excepcional para todos. Además, en plena naturaleza y sin embargo a pocos pasos de la ciudad, la Grünes Band (Cinta Verde) es una excursión en bicicleta de descubrimiento perfecta en la que seguro que también disfrutará.
Gracias a su céntrica ubicación, Berna es un lugar ideal para alojarse y el punto de partida perfecto para realizar excursiones por toda Suiza. Berna es la puerta de los Alpes en el corazón de Suiza. Montañas, ríos, historia, deportes... Lo habrá entendido, Berna es la ciudad para los amantes de la vida sencilla, generosa e intensamente suiza. Los salones de masaje de la ciudad le abrirán sus puertas con gusto, y hay para todos los gustos.