Los carteles que anuncian un sitio de escorts conmocionan a una asociación de padres.

Es difícil distinguir si se trata de una ubre de vaca o de cabra (en este caso es de cabra). En cambio, la pausa lasciva de la joven que "bebe" directamente de la ubre es bastante explícita. Y se refiere a los códigos de la pornografía. Es normal: se trata de un cartel publicitario del sitio de acompañantes Bemygirl. Después de haber sido rechazadas en el sótano del aparcamiento del Mont-Blanc, así como en las vallas publicitarias de la ciudad, las ventajosas curvas de Elise se exhiben ahora en forma de pegatinas en los postes de Carouge y del casco antiguo. Así como en la carrocería de un enorme 4X4 que circula regularmente por las Eaux-Vives.

La asociación de padres de familia de Bois-Caran estaba conmocionada. "Estos carteles obscenos y degradantes de la condición femenina son una incitación al mercado del sexo, a la que los jóvenes no deberían estar sometidos", afirma Caroline Selvatico, presidenta. Lo que impacta es la imagen, pero también el código QR que la acompaña. "Al escanearlo con su smartphone, un adolescente se encuentra en un sitio de acompañantes. Sólo tiene que decir que tiene 18 años o más para acceder a imágenes pornográficas", continúa la madre. "No somos ingenuos, sabemos que estos contenidos son accesibles, ¡pero eso no es motivo para que los niños estén expuestos a ellos en la calle!

La ciudad de Ginebra comparte esta opinión. "Estos carteles son muy vulgares. No tienen cabida en el espacio público", dijo la consejera administrativa encargada de este asunto, Marie Barbey-Chappuis. Basándose en que esta campaña publicitaria viola la ley cantonal sobre procedimientos publicitarios, se ordenó la retirada de los carteles. ¡Se impusieron tres multas a BemyGirl! "Si no cumple, se le impondrán nuevas multas aún más importantes", advirtió el magistrado.

Por su parte, Bemygirl recurrió estas sanciones, amparándose en "la libertad de comercio" y en que "las pegatinas en los vehículos de la empresa no requieren autorizaciones específicas". En cuanto al acceso al sitio a través del código QR, el responsable de la plataforma dijo que se requiere la edad de la persona. "Si la persona es menor de edad, se le redirige directamente al clip de los Tres Cerditos de Henri Dès. Recordando la proliferación de imágenes de chicas desnudas en las redes sociales y, por tanto, en los smartphones de los adolescentes, Bemygirl denuncia la "hipocresía" de las autoridades y los padres.

En opinión de Elise, "es poniendo un tabú a un tema que lo hacemos peligroso". Insistiendo en que su vídeo es "sugerente, pero no pornográfico", concluye: "Estamos en Ginebra y la prostitución forma parte de la economía local. ¿Es necesario recordar a los padres que los impuestos que pagan las escorts independientes y los salones eróticos también se utilizan para financiar las escuelas?

Marie Prieur